Guerrilla Conservadora 1930-45 -Chulavitas -Pájaros -Aplanchadores -Penca Ancha -Guerrillas de paz -Guardias Cívicas -Patriotas -Contrachusmas.
El posesionarse Ospina Pérez presidente 1946-1950, dentro de las primeras medidas fue crear la ‘Popol’ policía política, cuya denominación popular fue la ‘gestapo criolla’, instrumento de persecución política contra los opositores políticos liberales y como la mayor parte de sus miembros provenían del corregimiento de la ‘Uvita’, municipio de Chulavo, Boyacá, fuerte bastión del fanatismo conservador, por ello el término ‘chulavita’ se generalizo como equivalente a represión
. Los dirigentes Gaitanistas del partido liberal se retiran del gobierno por esto y por sus denuncias en el congreso de la republica contra ministros conservadores sobre un enriquecimiento con las concesiones del petróleo, por lo que renuncian tres ministros.
El posesionarse Ospina Pérez presidente 1946-1950, dentro de las primeras medidas fue crear la ‘Popol’ policía política, cuya denominación popular fue la ‘gestapo criolla’, instrumento de persecución política contra los opositores políticos liberales y como la mayor parte de sus miembros provenían del corregimiento de la ‘Uvita’, municipio de Chulavo, Boyacá, fuerte bastión del fanatismo conservador, por ello el término ‘chulavita’ se generalizo como equivalente a represión
. Los dirigentes Gaitanistas del partido liberal se retiran del gobierno por esto y por sus denuncias en el congreso de la republica contra ministros conservadores sobre un enriquecimiento con las concesiones del petróleo, por lo que renuncian tres ministros.
Al amparo de la ‘doctrina Truman’, se aplica un
plan de violencia "de baja intensidad" en los campos y pueblos. Se
trataba de impedir el triunfo electoral de Gaitán, desmovilizar a los
campesinos liberales, anular la capacidad de resistencia del pueblo y recuperar
el control de la tierra para el gran latifundio. La violencia se encendió otra
vez, con ferocidad inaudita, pero oficialmente reinaba la paz. Las masacres eran
frecuentes y se estima que en ellas murieron más de 200.000 colombianos. Las
masacres eran frecuentes.
En 1949 Ospina decidió cerrar el
Congreso y tomó medidas autoritarias que inauguraron una década de dictadura
civil y militar.
Gilberto Alzate Avendaño sintetiza
el pensamiento de Laureano: “La guerra es inevitable. Si el liberalismo se
empeña en la presidencia, el problema del poder no se decidirá en las urnas
sino en las barricadas”. En las elecciones presidenciales de 1949 que gana
Laureano, el liberalismo llama a su militancia a la abstención.
En 1951 se
aprobó el acto legislativo para convocar a una ‘asamblea constituyente’, sin
participación de los liberales, en el texto de la convocatoria, entre mucha
barbaridades: “Las instituciones de la Republica se aparta definitivamente de
la influencia perniciosa de las ideas rousseanas y se inspiran por entero en
las evangélicas, a fin de realizar la democracia cristiana, prohibiendo la
masonería y se instituye el voto de los cónyuges legítimos en representación de
la familia”. Texto copiado del régimen totalitario de España bajo el mando de Francisco Franco.
Comenzó a perfilarse la estrategia
guerrera de la reacción conservadora. ‘La Violencia’. Con mayúscula la V.
Otro período trágico de nuestra
historia, los colombianos proseguimos cometiendo todas las atrocidades que nos
habían enseñado los caudillos oligárquicos del siglo pasado: mutilaciones,
decapitaciones masivas, descuartizamientos, violaciones, ‘corte de franela’, en
fin, todo lo que el lector pueda imaginar y mucho más que no puede imaginar. El
país se agotó en ríos y rituales de sadismo, horror y sangre.
Hasta hace unos años, en Villahermosa, norte del
Tolima, se decía que en no se conseguía un liberal ni para remedio. Comenzaron a conformarse cuadrillas
conservadoras, ‘chulavitas’ en la sabana Cundiboyacense y los Santanderes, ‘pájaros’ en
el Valle y el eje cafetero, ‘aplanchadores’ en Antioquia y Quindío, ‘penca
ancha’ en la costa caribe, Sucre, en Tolima, ‘contrachusmeros’.
Encargadas de quitarle la cédula de
identidad a cada campesino liberal, por la razón o la fuerza. Pero en realidad
la estrategia era más profunda: se trataba de iniciar la violencia generalizada
"por abajo", por el campesinado pobre, de manera que cuando llegara a
los ‘notables’ fuera ya demasiado tarde para responder.
Esta estrategia fue tan eficaz, que
todavía hoy muchos historiadores sostienen que la ‘Gran Violencia’ comenzó en
1948, con el asesinato de Gaitán, pero cuando fue asesinado, en abril 9 de
1948, ya la violencia había cobrado miles de víctimas en los departamentos de
Boyacá, Santander, Cundinamarca, Huila, Tolima, Antioquia y Valle del Cauca, y
comenzaba a dejar su huella sangrienta las regiones cafeteras, eje cafetero.
1ª.
Chulavitas. Boyacá, Cundinamarca, Santanderes. Facción de la policía conservadora que operaba en
la región cundiboyacense y los Santanderes. Es el epíteto utilizado para
denominar las bandas armadas de origen campesino y policivo en Colombia que
existieron durante los primeros años de ‘La Violencia’, conformado por gentes
del campo procedentes de la vereda Chulavita, municipio de Boavita,
departamento de Boyacá, reclutados rápidamente en enclaves conservadores del
nororiente del departamento de Boyacá, para defender al gobierno conservador
del presidente Ospina Pérez, con el objetivo de restablecer el orden en Bogotá,
la cual estaba sumida en el caos, el pillaje y la violencia callejera debido al
‘Bogotazo’, que fue una manifestación espontánea de una turba enfurecida tras
la muerte del caudillo liberal Jorge Eliécer Gaitán.
Los Chulavitas cumplieron su misión con eficacia,
aunque con exceso de fuerza; luego fueron usados como contrapeso a las
guerrillas liberales denominadas también como ‘Los cachiporros’, estacionadas
en los Llanos Orientales, razón por la cual algunos historiadores los definen
como la continuación y semilla del conflicto armado actual en Colombia.
Los ‘Patiamarillos’. Campesinos liberales que al
andar descalzos sus pies llenaban de barro los caminos y parajes. “Los
chulavitas acompañados con unos 4 o 10 conservadores, estos llegaban y daban de
dedo: ‘él es conservador’, entonces lo apartaban; y él es un ‘collarejo’
hijueputa ‘Patiamarillos’, mil cosas, entonces lo cogían, ya él no vivía, lo
sacaban, lo apartaban y lo mataban. Como las casas eran de paja, de paja
palmicha, palmarrial y una que se llama palmacuca… que cuando se afina se llama
palmecuca, que sirve para hacer casas y las paredes. Entonces llegaban, a lo
que ya mataban la gente, los botaban en el rancho al que le metían candela,
para que cuando llegaran los familiares no hubiera cómo cobrarlos, reconocerlos”.
Cundinamarca. Una de esas cacerías ha
quedado en la memoria de los colombianos como prueba patente de la eficacia del
ejército nacional. El legendario guerrillero Efraín González, conservador, se
mantuvo fuera de la ley durante años y fue necesario más de 1.000 soldados para
cazarlo en el centro de Bogotá, en una persecución que duró días. Se
destruyeron casas y hasta edificios, se utilizó artillería para eliminar a un solo
bandido fugitivo armado con una pistola. Después de la ‘batalla de Boyacá’, que
selló la independencia del país en 1819, no se había visto tanto heroísmo y,
sevicia contra un copartidario.
2ª.
Pájaros. Valle del Cauca. Eje Cafetero. Un grupo armado ilegal que existió durante los
años de ‘La Violencia’ conformado por campesinos y habitantes de filiación
conservadora, procedentes de pueblos con dicha filiación, principalmente en el
Valle del Cauca y sobre todo en Tuluá, análoga los ‘chulavitas’. El objetivo de
los ‘pájaros’, nombre dado en 1953 tras el ascenso de Laureano a la presidencia
y con el poder definitivamente conservador, era asesinar e intimidar a los
residentes y campesinos de filiación liberal opositores a los gobiernos de
Mariano y Laureano. Los ‘pájaros’ eran pagados con buenas sumas de dinero por
los caciques conservadores: Asesinos a sueldo, patrocinados por los grandes
hacendados o gente del poder, para eliminar opositores políticos. Los ‘pájaros’
tenían como norte fundamental eliminar liberales. El más conocido de ellos fue
León María Lozano, a. ‘el cóndor’, que
desde Tuluá, Valle del Cauca, determinaba quien vivía y quien moría en la
región, en el propósito de hacer viable la “Cordillera Azul”. El mismo 9 de
abril de 1948, mataron en Caicedonia a dos hermanos de Abejorral, liberales.
3ª.
Penca Ancha. En las sabanas del sur de Bolívar,
Cordoba, Sucre, Mompox y Magangué. Así se denominaban las
cuadrillas conservadoras inculpadas de masacres en la población rural de
liberales. Hacia 1940 el Estado y la Iglesia jugaron un rol normalizador
y estructurador que iba en concordancia con los ideales hegemónicos que impuso
la élite regional, las autoridades que visitaban estas zonas afirmaban que estos
territorios debían "antioqueñizarse",
es decir ‘a sangre y fuego’, quienes movidos por las riquezas auríferas,
generaron una colonización y violencia planeada hacia
estos lugares.
4ª.
Tolima. Llanos Orientales. En el caserío La Bonita, Villahermosa, norte del Tolima, su
crecimiento y proyección en manos de colonizadores antioqueños llegados de
Abejorral y Sonsón, hacían prever que el ‘Azul Prusia’ prevalecería, por encima de cualquier
requerimiento social o económico. Hasta hace unos años, en Villahermosa, se
decía que en ‘no se conseguía un liberal ni para remedio’.
5ª.
Aplanchadores. Quindío. Antioquia. ¿Porque aplanchadores? No existían sierras
eléctricas o la moto sierra, se ‘legalizaba’ o pacificaba a punta de machete,
‘peinillas’. Quema de Rionegro, Antioquia, el mismo 9 de abril de 1948,
salieron buses de Bello y Envigado, parqueados en las sedes del partido
conservador, abordados por militantes y facinerosos del partido, quienes quemaron
e incendiaron la ‘meca’ del liberalismo en Antioquia.
“Matar un liberal es hacer patria”. “Un
campesino colombiano debe ser un soldado de Dios encargado de combatir el
ateísmo liberal”. “Los obispos que no defenestran desde el púlpito la apostasía
roja no son más que unos perros echados”.
Discurso en las homilías de
Monseñor Builes, obispo de Santa Rosa de Osos, un cura político intransigente y escatológico.
Arengas repetidas por el resto de la Mitra y respaldadas por los curas de
pueblo desde los púlpitos de las parroquias.
Monseñor Builes, ideólogo de los ‘aplanchadores’ en
clara alusión a que todos los liberales son “masones, ateos, irreligiosos,
pecadores” y por lo tanto enemigos de la Iglesia, predicaba:
“Se acerca el tiempo de cuaresma, tiempo de
penitencia y de oración para los hijos de la Iglesia: penitencia de sus pecados
y oración para implorar la misericordia de Dios sobre Colombia, esta Patria
querida, que está para hundirse por culpa de sus propios hijos, en el horrendo
abismo en que se revuelven desesperados, víctimas de la masonería, ateos,
irreligiosos, pecadores” […]
“Estamos en plena persecución legal, aunque con
detestable hipocresía protesten religiosidad y respeto a la Iglesia los que la
llevan al desastre y los que escriben en la prensa anticristiana” […]
“En muchas de nuestras pastorales sobre el
liberalismo os hemos expuesto sucintamente las teorías de los enemigos de la
Iglesia, las prácticas abominables que en el pasado han llevado a cabo y
nuestros temores para el porvenir de la religión en nuestra patria. Los hechos
ocurridos en estos 6 últimos años y de manera especial, la vista del cuadro
sombrío que representa en este momento nuestra Patria, demuestran a las claras
que no eran infundados esos temores”.
3 comentarios:
Alguna vez fuimos hermanos?
Me gustaría creer que si lo fuimos en algún momento de nuestra historia, antes de que se manchara de sangre inocente
Uribe Vélez el que fue presidente de Colombia gracias al apoyo paramilitar y sus paracos quieren que regrese la violencia de mitad del siglo pasado que permitió el desplazamiento de campesinos pobres y el despojo de tierra para que quedaran en manos de políticos conservadores de las regiones. Hoy los despojadores del siglo pasado están en la impunidad.
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