Por Diego Otero Prada. Afortunadamente el Consejo de Estado suspendió la venta de ISAGEN que se iba a realizar el martes 19 de mayo por insistencia del gobierno. Este día se tenía planeado efectuar la subasta pública en la que participarían tres empresas extranjeras.
Esta decisión da una espera para seguir la lucha y movilizar a la ciudadanía, que es la mejor forma de oponerse a esta venta impopular de un activo público por parte del gobierno neoliberal de Santos.
Hay múltiples razones para rechazar esta acción absurda. La mayor parte de los senadores están en contra: liberales, Centro Democrático, verdes, Polo Democrático. El contralor y el Procurador. Los sindicatos, la opinión pública. Prácticamente todo el país, excepto los conservadores y uno que otro neoliberal radical.
Es increíble la terquedad del gobierno. Se le han derrotado todos sus argumentos técnicos, económicos y financieros, y nada. El Ministro de Hacienda, furibundo neoliberal extremista se mantiene firme, y el Presidente está convencido por su ministro y no cede tampoco.
No recuerdo una concordancia de tendencias tan distintas como en este caso. La oposición a la venta de ISAGEN es total y la terquedad del gobierno también lo es.
Ha faltado la movilización popular. Es la única manera de evitar esta decisión absurda tenga éxito porque se han utilizado diferentes acciones, excepto la jurídica, sin resultados: políticas, escritos, documentos y nada.
El anti nacionalismo se ve en la negativa a que una entidad pública pudiera comprar ISAGEN. En este tipo de situaciones, si es necesario modificar leyes que impidan que esto ocurra, pues cambiarlas.
No hay que hacerse esperanzas. Aunque el Consejo de Estado suspendió la venta, esto es una decisión temporal. Hay que seguir insistiendo. Todos deben manifestarse con correos, tuits, documentos.
Tenemos tiempo para preparar una movilización en todo el país, que es lo único que entienden el Ministro y el Presidente.
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