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CONSTANTINO CARVAJAL Escultor 1881-1955

Constantino Don Matías 1881-1995 Medellín y Romulo Carvajal Don Matías 1886-1974 Sonsón
de su padre Álvaro Carvajal recibieron Enseñanzas pasaron luego al taller del maestro Cano, quien dirigía por ese entonces la escuela que después fue el Instituto de Bellas Artes
. Constantino terminó sus estudios en la Escuela de Bellas Artes de Bogotá y 
en 1912 regresó a Medellín para fundar el Taller de Imaginería en compañía de sus hermanos, también escultores
. Este taller sirvió de escuela a quienes fueran principiantes y aficionados, entre ellos se encontraba por ejemplo Eladio Vélez
. En 1940 viajo a Europa para conocer y estudiar las obras maestras de la escultura, especialmente las del escultor belga Constantino Meunier.
Constantino Carvajal fue un imaginario conocedor del arte religioso que evolucionó hasta convertirse en escultor de retratos y monumentos patrióticos
. Obras suyas son los monumentos al 
Mariscal Jorge Robledo” en Santa Fe de Antioquia; 
el de “Atanasio Girardot”, en Girardot; 
El Obrero”, en Sonsón; 
el “Sr. Suárez”, en Bello; 
el de Benjamín Herrera, en Cali; 
el “Cristo Pastor” del Cementerio de San Pedro.
Rómulo Carvajal también recibió las primeras enseñanzas en materia de escultura de mano de su padre Alvaro y en 1911 viajó a Bogotá para continuar su formación artística con el maestro Francisco Antonio Cano
en 1914, dirigió el Taller de Imaginería que fuera de su hermano durante varios años, inspirándose en las obras de talladores italianos y españoles. En 1923, se radicó en el Municipio de Sonsón donde abrió su taller de escultura religiosa, allí comienza a fabricar imágenes que le dan prestigio: 
La Virgen de las Mercedes”, en el templo del Municipio de Nariño; 
el “Jesús Nazareno” y el “Jesús Resucitado” en Sonsón; entre otras.



 Constantino Carvajal 1881-1995. Su padre, Alvaro Carvajal Martínez, fue un extraordinario imaginero y, al calor de su taller, sus hijos recibieron ese hálito vital que haría de ellos un equipo de valiosos escultores.
En 1910 Francisco Antonio Cano fue nombrado profesor de la Escuela de Bellas Artes de Bogotá y Carvajal lo siguió e ingresó a aquel centro artístico, donde continuó y finalizó sus estudios de pintura y escultura. Al regresar a Medellín en 1912 y con la colaboración de sus hermanos Rómulo, Álvaro y Evelio, organizó un taller de imaginería, y todos, con la sólida formación que ya tenían, ofrecieron al público una fecunda producción de imágenes de verdadero valor artístico. Iniciada ya su madurez, encontró en España, Francia, Italia, Holanda y otros países, los motivos para reafirmar su pensamiento, mejorar su técnica y estudiar con detenimiento el arte de fundir el bronce.
En 1955, en el Municipio de Bello se instala en el Monumento Nacional de La Choza, donado por Fabricato, la estatua de Don Marco Fidel Suárez(bronce 3.53 x 2.05 x 1.40 m), en cuya base se encuentran dos grabados en bronce que representan al hijo humilde de la choza, y al connotado maestro en letras. El rostro escultórico mantiene una mirada contemplativa hacia el norte, frente a la avenida que lleva su mismo apellido, zona que a partir de 2007 recibe el nombre de Boulevar de la Cultura.
Sus esculturas conectan al artista con otros importantes municipios de Antioquia y del país, como son, el monumento del Mariscal Jorge Robledo en Santa Fé de Antioquia, el de Atanasio Girardot en la Ciudad de Giradot, los innumerables de Bolívar y Santander a lo largo y ancho del país, el del Obrero en Sonsón, el de Benjamín Herrera en Cali y el de Cristo Pastor, de temple romántico que descansa sobre el monumento funerario familiar en el Museo Cementerio de San Pedro en Medellín, además de otras relevantes obras que por voluntad política no se ejecutaron.
Fuera de saber quién es el artista grabado en el metal, se interpreta a partir del mismo, un acontecimiento importante de la escultura en Colombia. Así comenta Darío Ruíz, que hacia 1923, en una revista de Medellín, Constantino Carvajal publicó un comunicado insistiendo en que se apoyara el arte nacional en contra de los gustos y usos mercantilistas de la época, debido a la gran demanda que tenían la escultura y la industria imaginera de los italianos, franceses y españoles, a quienes se encomendaron la mayoría de obras de arte conmemorativo y religioso de principios del siglo XX, época donde brilló por su ausencia el trabajo de talla colombiana.
Constantino no dejó de practicar la pintura a lo largo de su vida y en ella asimiló, en parte, el exquisito gusto del maestro Cano. Al analizar algunas de las más representativas, encontramos también puntos de contacto con los pintores franceses Corot, Millet y Troyon, por la definida comunicación que solían tener con la naturaleza, aunque difieran en el ambiente y en el manejo del color. El "Abrevadero", la "Yunta", el "Campesino vendiendo flores", etc., son cuadros de género que producen una gratísima impresión.
En los retratos pintados al óleo es característico el modelado ajustado, con el propósito de llevarlos después a la escultura, como es del del "Mariscal Jorge Robledo". Pero su verdadera dimensión como artista está en la escultura, pues ella resume lo aprendido de los maestros nacionales y extranjeros: como Cano, Carpeaux y Meunier, cuyo realismo tuvo una vasta influencia en nuestro medio, interesado en exaltar a los héroes y próceres de la patria.
Aportado por:  Jota Gutiérrez, Edgar Restrepo, Centro de Historia de Bello, 2007. 
Fuentes:  RAMÍREZ, Tulia. Constantino Carvajal, pintor, imaginero y escultor. En: Revista Fabricato al Día, No. 117, Vol. 10, Jul- Ag, 1974.  RUÍZ, Darío. Imagineros y Escultores de Antioquia hasta 1940. Medellín: Cámara de Comercio de Medellín, 1982.
Texto gentilmente suministrado por El Centro de Historia de Bello, 2007

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