Lo universal en el pensamiento
del Libertador es la creación de Nuestramérica. Lo particular es la forma como
cada uno de los pueblos latinoamericanos y caribeños encontrará el camino
para ejercer su Soberanía Popular y las demás “soberanías” que le son complementarias.
Romper con este vínculo
dialectico al hacer los análisis concretos de la situación concreta en
Nuestramérica, especialmente en la región andino caribeña y amazónica de
Colombia, es caer en la unilateralidad del “provincianismo campechano” que solo
quiere ver el árbol ignorando la complejidad del bosque; sin entrelazamientos,
sin vínculos o mejor, sin contextos (en el caso nuestro geo-estratégicos)
determinantes de lo que está sucediendo, y que son el objetivo estratégico del
Hegemón: pasar desapercibido mientras pone a los subordinados y sometidos a
pelearse “políticamente” sobre si Uribe es más reaccionario que Santos o si
son, junto con Ordoñez, tres personas distintas y un solo objetivo verdadero.
En Octubre de 2012, cuando se
firmó entre el gobierno de JM Santos y las FARC el “acuerdo general de 5 puntos
para la terminación del conflicto” y se anunció la apertura formal de los
diálogos de la Habana (que el oligopolio mediático contrainsurgente denominó
“la paz negociada”) una inmensa satisfacción embargó los corazones de millones
de demócratas y progresistas en el mundo, quienes celebramos con gran
expectativa tal anuncio.
Hoy dos y medio años después, y
analizando el proceso de dichos diálogos para finalizar el conflicto interno,
junto con en la situación general de la crisis general que vive la sociedad
colombiana; dos cosas (materiales) empañan y ensombrecen el objetivo
final de aquel acuerdo: Una la personalidad ludopática y dostowieskiana del
gobernante colombiano; quien no guía su gestión sobre bases científicas y
racionales, sino sobre el cálculo intuitivo del tahúr y el efecto psicológico
conque juega cada una de las cartas que tiene en la mano para “matar” (así se
dice en el juego del naipe) la carta que le ha puesto el contrario sobre la
mesa. La reciente muerte de los soldados en Buenos Aires Cauca, es
“matada” con la vaporización en el aire de 42 cuerpos de guerrilleros en Guapi,
Cauca y en Segovia, Antioquia, producida por la “desproporción militar” de las
bombas de 250 kilos que arrojan “los héroes de la patria” sobre
guerrilleros dormidos en sus campamentos.
Y dos, la terrible y dramática
amenaza que hizo (09. Marzo. 2015) Obama presidente de los EEUU, contra
el gobierno bolivariano de Venezuela al declararlo “amenaza para la
seguridad nacional de los EEUU”.
Si se trata de relacionar estos dos hechos, con el
inamovible para la paz de las “corralejas guerrilleras” planteadas por
Uribe Vélez, aceptadas por el gobierno Santos, junto con su necio bluf de no
“tocar” con reformas el ”statu quo” dominante, pues se puede ir perfilando
la imagen nítida que se nos presenta hoy:
EEUU ha dado pasos concretos
para resolver la situación anómala que mantiene desde hace más de 50 años con
el gobierno revolucionario de Cuba, para distencionar y maniobrar
más libremente en esa área del Caribe considerada su “mare nostrum”. Y,
si nos atenemos a la pavorosa realidad de la amenaza al Venezuela del
Presidente de los EEUU arriba mencionada, que lleva implícita una posible
invasión tipo Panamá1989, para llevarse como a Noriega al presidente del parlamento
venezolano Diosdado Cabello, a quien ya han mediatizado globalmente como
“narcotraficante”, pues es obvio que las fuerzas Invasoras
necesitarán la larga, porosa y caliente frontera Colombo- Venezolana,
libre de guerrillas, las que se encontrarán “encorraladas” en los sitios
fijados por Uribe Vélez y JM Santos. Vale decir por el comando sur de los EEUU.
También es obvio que, para esto, no se necesitan reformas sociales o
políticas o militares. Esa es la apuesta del tahúr.
Santos (por su incapacidad personal
que el oligopolio mediático contrainsurgente le muestra en encuestas de
favorabilidad) ya no pudo resolver las 10 negociaciones con cada una de
las ruedas dentadas que conforman la poderosa máquina de terror del Bloque de
Poder Contrainsurgente, (BPCI) la cual él pretende dirigir en disputa con Uribe
Vélez , y que le señalábamos en nuestro artículo de opinión ( ver
Veamos:
1º Con las 9 bases militares de los EEUU y las compañías norteamericanas
de mercenarios como DynCorp, Aerospace, North Grumman, ect.
2º Con las Fuerza Pública y sus 4 componentes Ejército, Aviación,
Marina y Policía cada una con intereses específicos.
3º Con los Paramilitares oficiales (80 grupos)
4º Con los grupos económicos o Cacaos de Ardila Lule, Santodomingo,
patronato antioqueño, grupo caleño y grupo Bavaria
5º Con los gremios económicos (Fedegán, Sac, Fedepalma, Anif, ect)
6º Con las multinacionales financiadoras de los paramilitares (Coca
cola, Drummond, Chiquita, Texas, BP, ect)
7º Con la llamada “economía subterránea”, y los lavadores de
dólares que soportan la economía colombiana.
8º Con el “oligopolio e los medios de comunicación”
9º Con las tres ramas de la democracia Maestro: Parlamento
dominado por los parapolíticos o sus sucesores, Poder judicial y las
innumerables cortes, y Poder ejecutivo de gobernadores y alcaldes ect
10º Con las clases subalternas y los cooptados como los dos Garzones,
ect
Así pues que, la contradicción objetiva en la que nos encontramos; no es
la pelea mediática (simulada o real) entre JM Santos y Uribe Vélez por la
dirección del Bloque de Poder Contrainsurgente enumerado, sino entre un pueblo
sufrido, apabullado, bombardeado, explotado y aterrorizado, que clama y
necesita las reformas estructurales en la sociedad para insertarse realmente en
la modernidad y por otra parte, el interés geo-estratégico del Hegemón
que pide frontera colombo-venezolana libre de guerrillas, desarmadas y
encorraladas.
Entonces ¿Para qué reformas, o Constituyentes por la Soberanía, o para
qué Paz con Justicia social y Democracia?
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