La quiteña desde los 12 años se pliega a las fuerzas revolucionaras emancipadoras que iniciaron la Revuelta en Quito, el 9 de agosto de 1809, y a pesar de que este proceso que duró poco, las ideas rebeldes de Manuelita se mantuvieron toda su vida
Un 27 de diciembre de 1797, nació en Quito, Ecuador, la combatiente Mauela Sáenz, mujer que tuvo una amplia participación en la gesta independentista de Suramérica, que para la época estaba bajo el dominio español.
El 25 de septiembre del año 1828 se inmortaliza Manuela Sáenz por salvar al Libertador Simón Bolívar, convirtiéndose según palabras del Padre de la Patria, en la “Libertadora del Libertador”. En esa oportunidad, ella confrontó a los enemigos de Bolívar, para darle tiempo a éste de escapar de sus adversarios en Bogotá, Colombia.
Numerosos biógrafos y novelistas que han escrito sobre Manuela Sáenz han pasado por alto a la militante y combatiente por la Independencia, y escogieron recrearla en los textos como leyenda vinculada a la visión heroica del Libertador Simón Bolívar.
En ese sentido, es importante destacar que la quiteña desde los 12 años se pliega a las fuerzas revolucionaras emancipadoras que iniciaron la Revuelta en Quito, el 9 de agosto de 1809, y a pesar de que este proceso que duró poco, las ideas rebeldes de Manuelita se mantuvieron toda su vida.
En 1814, a los 17 años fue enviada a un convento para que fuera educada como todas las señoritas en Quito, pero la inquieta personalidad de la heroína no permitiría este reposo, y en poco tiempo se enamoró de Fausto D’Elhuyary, con quien huye del convento.
Ese amor fue bastante inestable y fueron bastante frugales ya que en 1818, ella contrajo matrimonio con el médico inglés James Thorne, hombre que le doblaba la edad, pero quien era muy adinerado. Él estaba realmente enamorado de la joven y le perdonó sus infidelidades y sus andanzas políticas.
El 28 de julio de 1821, Manuelita presenció en Lima cuando se declaró la independencia del Perú, proceso en el cual participó de lleno, motivo por el cual obtuvo el título de Caballero de la Orden del Sol.
En 1822, Manuela viajó a Ecuador con su padre, dejando a su marido en Quito. El 24 de de mayo, día del triunfo de Pichincha. Manuela tuvo la oportunidad de entablar amistad con el general Sucre. También conoció al General Juan José Flores y a quien sería llamado Libertador, Simón Bolívar. A partir de ese instante la joven de 25 sería la fiel compañera y amante del gran héroe Bolívar.
Sáenz murió en 1856 víctima de una epidemia de peste -aparentemente difteria-. Fue enterrada en una fosa común y sus posesiones -entre ellas muchas cartas del Libertador y documentos de la Gran Colombia- fueron quemadas, por temor a que ayudaran a que se esparciera la enfermedad.
JUSTO RECONOCIMIENTO
El 5 de julio de 2010, en el Panteón Nacional ubicado en Caracas, el comandante supremo, Hugo Chávez, y el presidente de Ecuador, Rafael Correa, depositaron en un sarcófago los restos simbólicos de Manuela Sáez junto al altar principal donde reposaban los del Libertador Simón Bolívar.
Elevada al grado de Post Mortem, el Primer Mandatario venezolano otorgó a la memoria histórica de Manuela Sáenz el grado de Generala del Ejército Bolivariano.
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